El millonario Larry Fink es hombre más poderoso en el mundo bursátil. Dirige BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo, cuyo patrimonio alcanza la friolera de U$S 4,65 billones. Si su empresa fuera un país, sería la cuarta economía del mundo, detrás de Estados Unidos, de China y de Japón. Fink nació en California, y creció en una familia de trabajadores. Su padre era zapatero y su madre, profesora. Luego de graduarse en la Universidad de Los Ángeles (UCLA), consiguió su primer trabajo en la empresa First Boston, en 1976, donde con aprendió el oficio de corredor de títulos hipotecarios.
Luego de tantos años en los negocios de Wall Street, Fink se hizo famoso por sus teorías sobre el mundo de las inversiones. “Especular es cuando tienes todo tu dinero en efectivo. Invertir es poner tu dinero a trabajar para lograr tus objetivos. Si piensas que el mundo va a ser mejor dentro de 30 años, una estrategia de inversión adecuada es diversificar con un horizonte temporal a largo plazo”, aseguró el magnate californiano, en un artículo que publicó el diario español “El País”. En la entrevista, le consultaron si se sentía una persona poderosa. “¿Si me siento una persona poderosa? Bueno, en casa son mi mujer y mis hijos los que mandan”, expresó.